Te quiero sin quererte
porque queriéndote no vivo.
De esta forma no recuerdo que
me cuidaste como yo aun te cuido, aquí
en mi mente, en mi pensamiento.
De él no sales, pues yo no te dejo.
Y así me tienes frente a ti,
frente a mí, frente a un espejo.
Quédate conmigo para siempre,
tú y yo, en el olvido.
Si me necesitas....
¡SILVA!
¡SILVA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario