Él es el gran pensamiento de mi vida. Si todo lo demás pereciera y él se salvara, yo seguiría existiendo; y si todo lo demás viviera y él se aniquilara, el universo sería para mí un mundo extraño; yo no me sentiría parte de él. Él está siempre, siempre, en mi pensamiento, no como cosa agradable, de igual manera que yo no soy siempre agradable para mí misma, sino como mi propio ser.
miércoles, 11 de enero de 2012
Los recuerdos pesan mucho para ir con ellos de un lado para otro.
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